Fuente: World Economic Forum, Future of Jobs Survey 2024.

El informe también destaca que el 59% de los trabajadores requerirá capacitación en nuevas habilidades para mantenerse competitivo. La necesidad de estrategias de reskilling y upskilling se hace cada vez más evidente, ya que los avances tecnológicos están transformando la forma en que se ejecutan las tareas y modificando los perfiles laborales. La inteligencia artificial y la automatización están impulsando la demanda de competencias digitales avanzadas, al tiempo que reducen la necesidad de trabajo manual en diversas industrias. A este cambio tecnológico se suman otros factores que están redefiniendo el mercado laboral global, como la fragmentación geoeconómica, la transición hacia economías más sostenibles, los cambios demográficos y la incertidumbre económica.

El comercio internacional y las relaciones económicas entre países se están reorganizando, lo que obliga a las empresas a replantear sus estrategias de contratación y expansión. Paralelamente, la inversión en energías renovables y el impulso de la sostenibilidad ambiental están generando nuevas oportunidades de empleo, con una creciente demanda de especialistas en energías limpias e ingenieros ambientales. Las dinámicas demográficas también están jugando un papel determinante en la configuración del mercado laboral. En economías con poblaciones envejecidas, los sectores de salud y asistencia social están ganando relevancia, mientras que en países con una población joven en crecimiento, la educación y la formación técnica cobran mayor importancia. Finalmente, el aumento en el costo de vida y la inflación han generado nuevos desafíos en la contratación y retención de talento, lo que obliga a las empresas a replantear sus estrategias de desarrollo profesional y bienestar laboral.

El informe revela que la proporción de tareas ejecutadas exclusivamente por humanos disminuirá del 47% actual al 33% en 2030. Paralelamente, el uso de tecnología en los procesos laborales aumentará, mientras que la colaboración entre humanos y máquinas crecerá hasta alcanzar un equilibrio. Sectores como telecomunicaciones, manufactura avanzada y finanzas experimentarán una mayor automatización, mientras que áreas como salud y educación mantendrán un fuerte componente humano en sus operaciones. En términos de creación y destrucción de empleos, los roles en tecnología, datos e innovación son los que más crecerán, mientras que trabajos administrativos, de manufactura tradicional y de atención al cliente enfrentarán las mayores reducciones.

¿Qué significa todo esto para Colombia? En el país, las empresas enfrentan cambios significativos impulsados por el aumento del acceso digital, los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y una mayor atención a cuestiones laborales y sociales. Uno de los principales desafíos identificados es la brecha de habilidades, con un 65% de los empleadores señalándola como una barrera clave para la transformación empresarial. Además, el 61% de las compañías menciona que los marcos regulatorios obsoletos o inflexibles dificultan la adaptación a los cambios del mercado. A pesar de estos desafíos, los empleadores colombianos son más optimistas que el promedio mundial en cuanto a la disponibilidad de talento en el futuro, con un 47% esperando mejoras para 2030. Para fortalecer la retención de talento, las empresas en el país planean centrarse en el bienestar de los empleados y el desarrollo de sus carreras. El informe también resalta que, aunque la digitalización está generando nuevas oportunidades en sectores emergentes, el país aún enfrenta obstáculos regulatorios que ralentizan la capacidad del sistema educativo y las políticas laborales para ajustarse a estas demandas.