La Ingeniería Mecánica, además de ser una de las ingenierías de mayor tradición propiciando soluciones en la transformación de energía para trabajos donde la capacidad motora de las personas no es suficiente, se constituye como una disciplina de alta proyección necesaria en la implementación de soluciones a problemas sensibles de las sociedades.
La creación y sostenibilidad de nuevas empresas manufactureras, así como el fortalecimiento de las ya existentes, dirigidas todas a soportar la competitividad de la nación frente a mercados exigentes y cambiantes, además de la creciente demanda de energía, tanto de sectores que reclaman integrarse al aparato productivo usando métodos altamente eficientes, seguros, de bajo costo y de calidad, son competencia directa de la ingeniería mecánica, develando su poder transformador no sólo de materiales o energía, sino de las sociedades mismas.
Así mismo, la ingeniería mecánica se ha caracterizado por su gran aporte en la generación de nuevo conocimiento, tanto tecnológico como científico, convirtiéndose en una escenario que propicia la investigación aplicada en diversas áreas, potenciando a su vez disciplinas como la bioingeniería, la mecatrónica, la ciencia de materiales, la ingeniería de producción, el diseño de productos y la ingeniería de control entre muchas otras. Este rasgo, unido a valores como la flexibilidad, interdisciplinariedad y pensamiento sistémico, les permite a sus profesionales incursionar en estas y muchas otras áreas con gran éxito.