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Flexibilidad Eléctrica: La clave para una transición energética exitosa

Flexibilidad Eléctrica: La clave para una transición energética exitosa

La flexibilidad eléctrica garantiza la estabilidad y suministro de energía de manera confiable

Con el objetivo de abordar el cambio climático, se está llevando a cabo un proceso de descarbonización para impulsar una economía global con bajas emisiones de dióxido de carbono (CO2). La transición energética se posiciona como uno de los pilares fundamentales de este proceso, ya que busca transformar el sector energético a nivel mundial, promoviendo el uso de fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER) como la eólica y la solar, entre otras; para las cuales su recurso energético se encuentra de manera abundante en la naturaleza, como la energía solar, el viento y el agua.

Para el año 2030 se busca triplicar la producción de energías renovables en el mundo y duplicar la eficiencia energética. Esto incluye la incorporación de FNCER de manera distribuida y gestionable a pequeña escala, definidas como recursos energéticos distribuidos, los cuales están conectados a la red cerca a los centros de consumo, logrando disminuir pérdidas de energía, costos y beneficios ambientales por emisiones de CO2 evitadas. Sin embargo, esto conlleva a desafíos técnicos y operativos en el sistema eléctrico debido a la variabilidad de su recurso energético.

Para lograr una correcta incorporación de las FNCER al sistema, es crucial apostar por la flexibilidad eléctrica, que se define como la capacidad de adaptación del sistema eléctrico a las variaciones en la producción y consumo de electricidad de manera eficiente y confiable en todo momento 1. La flexibilidad eléctrica implica la implementación de diversas tecnologías, prácticas y políticas que permitan gestionar de manera eficiente la oferta y la demanda de energía eléctrica para garantizar la estabilidad y un suministro energía de manera confiable y sostenible, optimizando el uso de recursos energéticos.

Definición obtenida de XM, Operador del Sistema y Administrador del Mercado de Energía Mayorista.

Con el objetivo de abordar el cambio climático, se está llevando a cabo un proceso de descarbonización para impulsar una economía global con bajas emisiones de dióxido de carbono (CO2). La transición energética se posiciona como uno de los pilares fundamentales de este proceso, ya que busca transformar el sector energético a nivel mundial, promoviendo el uso de fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER) como la eólica y la solar, entre otras; para las cuales su recurso energético se encuentra de manera abundante en la naturaleza, como la energía solar, el viento y el agua.

Para el año 2030 se busca triplicar la producción de energías renovables en el mundo y duplicar la eficiencia energética. Esto incluye la incorporación de FNCER de manera distribuida y gestionable a pequeña escala, definidas como recursos energéticos distribuidos, los cuales están conectados a la red cerca a los centros de consumo, logrando disminuir pérdidas de energía, costos y beneficios ambientales por emisiones de CO2 evitadas. Sin embargo, esto conlleva a desafíos técnicos y operativos en el sistema eléctrico debido a la variabilidad de su recurso energético.

Para lograr una correcta incorporación de las FNCER al sistema, es crucial apostar por la flexibilidad eléctrica, que se define como la capacidad de adaptación del sistema eléctrico a las variaciones en la producción y consumo de electricidad de manera eficiente y confiable en todo momento 1. La flexibilidad eléctrica implica la implementación de diversas tecnologías, prácticas y políticas que permitan gestionar de manera eficiente la oferta y la demanda de energía eléctrica para garantizar la estabilidad y un suministro energía de manera confiable y sostenible, optimizando el uso de recursos energéticos.

La transición energética es uno de los pilares fundamentales de la descarbonización.

¿Qué beneficios presenta?

Cogestión en la red: Al igual que en una autopista cuando hay demasiados carros circulando por la vía al mismo tiempo y todo se vuelve más lento y complicado. Así mismo pasa en la red eléctrica, donde la congestión ocurre cuando hay demasiada electricidad tratando de moverse por una misma línea. Esto puede ocasionar problemas como interrupciones en el suministro de energía o dificultad para enviar la energía desde donde se produce hasta donde se consume. La flexibilidad eléctrica alivia la congestión utilizando los recursos energéticos distribuidos para garantizar el suministro local de una manera confiable.

Control de tensiones: El control de tensiones en la electricidad es como ajustar la presión del agua en las tuberías de una casa: si es demasiado fuerte, puede dañar los dispositivos; si es demasiado débil, puede no funcionar los electrodomésticos. La flexibilidad eléctrica asegura el nivel de tensión requerido para una operación segura y confiable del sistema, para que los aparatos eléctricos funcionen correctamente.

Equilibrio entre demanda y generación: La generación y la demanda deben estar balanceadas en todo instante de tiempo, es decir, generar la cantidad suficiente de energía para cubrir las necesidades de todos los usuarios. La flexibilidad eléctrica ayuda a ajustar la generación y la demanda de energía en tiempo real, asegurando un equilibrio óptimo.

Restauración del servicio: La flexibilidad eléctrica facilita un restablecimiento del servicio más ágil y gradual después de una interrupción o un apagón.

Estabilidad: La estabilidad eléctrica se refiere a mantener un suministro de electricidad sin oscilaciones porque estas fluctuaciones de energía generan daños y perjuicios al sistema y los usuarios. La flexibilidad contribuye a mantener la estabilidad del sistema eléctrico durante las fluctuaciones de carga, contrarrestando los desequilibrios inclusive aquellos causados por la intermitencia de las FNCER.

¿Cómo puede lograrse?

Recursos energéticos distribuidos: Fuentes de energía renovable como la energía solar y eólica a pequeña escala y cerca de los centros de consumo, repartidas por diferentes lugares, en lugar de estar centralizadas como una planta de energía tradicional, pueden proporcionar flexibilidad al sistema para garantizar el suministro de una manera confiable.

Almacenamiento de energía: Un ejemplo son las baterías, que permite almacenar energía durante períodos de baja demanda o excesos de generación de energía como la renovable y liberarla en momentos de alta demanda o en aquellos casos requeridos por el usuario. Es un mecanismo que puede ser ampliamente utilizado para la flexibilidad

Participación activa de la demanda: Es una estrategia que ajusta el consumo de energía eléctrica de los usuarios. Un ejemplo sería un día muy caluroso donde todos quieren usar el aire acondicionado al mismo tiempo. Esto podría sobrecargar y congestionar el sistema eléctrico, así que, mediante la participación activa de la demanda, algunas personas o empresas estarían dispuestas apagar ciertos equipos durante las horas de mayor consumo de energía para descongestionar la red a cambio de un beneficio económico.

Alejandro Piedrahíta Borrero

Alejandro Piedrahita nació en Medellín el 2 de marzo de 1973. Se graduó como administrador de negocios de la Universidad EAFIT. Posteriormente realizó una Maestría en Ciencias (M.Sc.) en desarrollo económico en London School of Economics y un Programa en Alta Dirección Empresarial (PADE) de la Universidad de La Sabana. Adicionalmente, participó en el programa de gerencia general (General Management Program) de Harvard Business School.

Tiene más de 20 años de experiencia en estructuración y ejecución de proyectos en banca de inversión en temas de mercado capitales, finanzas corporativas, financiación (créditos sindicados y project finance), fusiones, adquisiciones y derivados.

Desde junio de 2015, ocupa el cargo de Vicepresidente de Estrategia y Finanzas Corporativas en Grupo Argos. Antes de ocupar este cargo, trabajó como Vicepresidente de Estructuración Mercado de Capitales en la Banca de Inversión Bancolombia S.A. desde el 2008, antes se desempeñó el puesto de Gerente de Estructuración de Productos Derivados en Bancolombia S.A. y también trabajó como Director de Investigaciones Económicas en Corfinsura S.A. y como Director de Proyectos Especiales en Susalud S.A.

Actualmente es miembro principal de las juntas directivas de: Cementos Argos, Celsia, Odinsa, comité de inversiones de Pactia y Aceros MAPA S.A., Corporación Surgir, miembro de Iluma (Premex S.A.S) y del Consejo Superior de la Universidad EIA.

Ha estado vinculado con la academia y ha sido profesor de cátedra en pregrado y postgrado en varias universidades como: EAFIT, EIA, Universidad Nacional, Universidad Javeriana y Universidad de Medellín.
Ningún miembro del Comité Directivo tiene la calidad de Persona Expuesta Políticamente de acuerdo con la definición del Decreto 1674 de 2016.

Jorge Mario Velásquez Jaramillo

Presidente

Ingeniero Civil en la Universidad EIA y realizó una especialización con énfasis en la Industria del Cemento en Inglaterra. Participó en el CEO’s Management Program de Kellogg School of Management y en el programa de Supply Chain Strategies de Stanford University. Adicionalmente, es egresado del programa de Alto Gobierno de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.

Desde el 1 de abril de 2016, se desempeña como presidente de Grupo Argos, holding de infraestructura en el continente americano, líder en el negocio de cementos a través de Cementos Argos, con una plataforma única de inversión en concesiones viales y aeroportuarias administradas por Odinsa y un portafolio diferenciado e innovador tanto en energías convencionales como renovables gestionado por Celsia.

Antes de desempeñar su rol como presidente de Grupo Argos, desarrolló una carrera destacada como presidente de Cementos Argos, compañía líder en el negocio de Cemento en Colombia, con presencia en 15 países y actualmente el segundo productor de concreto de los Estados Unidos.

Este líder empresarial, que empezó su carrera en Argos en 1986 como practicante, desempeñó diversos cargos en Cementos Argos en el pasado, incluyendo la Vicepresidencia de Logística de Argos, la Gerencia General de Cementos del Nare, la Presidencia de Cementos Paz del Río y la Vicepresidencia Regional Caribe, con responsabilidades sobre las operaciones de Cementos Argos en Panamá, Haití, República Dominicana, Suriname y territorios insulares, así como el comercio internacional de la compañía.

Actualmente es miembro principal de las juntas directivas de Cementos Argos, Celsia, Odinsa, Fundación Grupo Argos, la Asociación Nacional de Empresarios – ANDI, Proantioquia, y el Consejo Superior de la Universidad EIA.